LA IDEA

Tradición, historia y sentimientos ancestrales. ¿Es posible comunicar todos estos valores intrínsecos de una sociedad milenaria a través de un juguete? ¿Puede un pueblo de 3000 habitantes contar con una muñeca personalizada que aúne parte de la manifestaciones tradicionales de su folklore de más raigambre? Con nuestra muñeca “pepaparda” hemos querido responder de forma afirmativa a estas preguntas, creando un icono que aúna entretenimiento con transmisión de valores patrimoniales. Todo ello a través de la utilización de la metodología del diseño y de las nuevas tecnologías que estableciendo diálogos con las técnicas artesanales tradicionales, proporcionan al consumidor un producto de un atractivo genuino que hace que sea único e irrepetible.

DISEÑO

La muñeca Pepaparda encuentra sus orígenes en el traje de serrana tradicional de Zalamea la Real, una de las joyas etnográficas del pueblo onubense. Utilizamos algunos de sus elementos más representativos, para dotar al conjunto de simpatía y ternura, acorde al sector al que va dirigido, dejando en un segundo plano la seriedad que lleva implícita, pero sin olvidarnos de ella. Optamos por un diseño de personaje de estructura alargada, y de cabeza de mayor dimensión donde el genuino peinado, caracterizado por la presencia de rodetes laterales, se convierten en un factor diferenciador que dota de personalidad a la muñeca. Apoyados en este punto de partida, apostamos por sacar jugo de las largas piernas, miniaturizando la falda original permitiendo que elementos secundarios que originalmente no lucen, como son el caso de las medias de cuchillas y los calzones blancos interiores ganen en protagonismo. Contemplamos 6 gamas de colores, partiendo de las tonalidades de los trajes originales, e incorporando gamas no existentes (celestes, violetas y rosados) para incrementar el perfil infantil de la muñeca. En cada gama se hacen combinaciones de colores entre los distintos componentes del traje, para que cada muñeca sea única.

ELABORACIÓN

A la hora de producir la muñeca, se han separado la elaboración del cuerpo y la manufactura del traje. El cuerpo, realizado en algodón 100% y relleno de fibra sintética antialérgica, consta de tres partes diferenciadas, cabeza, tronco y extremidades, unidas todas en intersecciones que permitan manipular la muñeca. El cabello (fieltro polar) y las medias, están incorporados en el cuerpo, para una disminución de los costes. La finalización del cuerpo se produce una vez que se han pintado los ornamentos de las medias, así como los elementos faciales (ojos, boca y maquillaje) y se le han incorporado los tres claveles de fieltro .
Las falda de tafetán de seda con tornasol a listas se miniaturiza con forma de campana, para dejar ver parte del calzón. En el mismo grupo se añade el delantal en seda negra con encajes negros cosidos a mano, y se recrean los motivos florales que originalmente están bordados, por una composición ornamental pintada a mano. El calzón, realizado en algodón, termina en la rodilla con un encaje blanco cosido a mano, con tira bordada y pasacintas. En el lateral, le incorporamos la marca realizada en serigrafía. El monillo de terciopelo, realizado en seda con apertura trasera, es rematado por la pañoleta de encaje, que simula al mantón de encaje de chantillí blanco o hueso. Los puños al igual que el original, están rematados en encajes cosidos a mano. La parte del cuello incorpora una simulación del pendentil en cinta negra de terciopelo , definido en fase de diseño con forma de corazón. Como fase final del proceso, se le añade a la zona trasera del cabello una cinta de seda ancha en forma de lazada.
Todas las piezas del traje de la muñeca, pueden ser quitadas para facilitar su lavado, así como para intercambiar los distintos modelos.

EL RESULTADO